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En mi último artículo titulado "Conoce los beneficios de una adecuada nutrición" nos acercamos de forma general a los beneficios de una adecuada nutrición: nos ayuda a preservar nuestra juventud, salud y potencia nuestra creatividad.


En este post he realizado un análisis y selección de propiedades y beneficios de la vitamina C, los cuales, en mi opinión considero relevantes para tod@s.

Este artículo es informativo y sólo pretende mostrar las bondades de este nutriente, ingerido a través de la alimentación o como suplemento nutricional.  Son los facultativos especializados en nutrición y con amplios conocimientos en suplementación, los que deben determinar la conveniencia de dicha ingestión y sus cantidades diarias en función de la naturaleza de cada persona y de su situación personal.

Tengo que reconocer que en mi caso particular el uso de la vitamina C como suplemento alimenticio ha sido de una gran utilidad a lo largo de mi vida. Es por este motivo por por lo sencillamente quiero trasladarte mis experiencias y consideraciones al respecto.

En primer lugar y para entrar en harina, algunas preguntas y respuestas rápidas de carácter general.


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¿Qué es la vitamina C?



Se trata de un nutriente, una molécula muy beneficiosa para el cuerpo que puede ser ingerida al comer determinados alimentos que la contienen, y que también puede ser tomada en comprimidos como suplemento nutricional.  Es soluble en agua y se degrada fácilmente cuando se la expone a la luz, al oxígeno o al calor. Nuestro intestino la absorbe  rápidamente tras su ingestión y se elimina por la orina unas 5 horas más tarde.

En nuestro cuerpo está implicada en multitud de reacciones metabólicas cuyo fin último es el de mantener nuestra salud y luchar contra el ataque de agentes nocivos internos y externos. Así, es esencial en la síntesis y producción de hormonas y neurotransmisores, y también actúa como cofactor en muchas reacciones enzimáticas.


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¿La hemos tomado siempre a través de la alimentación?



Las investigaciones apuntan a que hace millones de años, nuestros ancestros  tenían la facultad de sintetizarla, eran sus propios cuerpos los que la producían  y por tanto no requerían del suministro de ésta a través de la alimentación . Sin embargo, más tarde perdimos  esa capacidad  para sintetizar nuestra propia vitamina C. Esto no supuso problema para nuestros congéneres habida cuenta que podían obtenerla  a través de una alimentación rica en esta vitamina como son las frutas y vísceras de animales. Recientemente en siglos pasados,  se descubrió que la carencia de vitamina C o un aporte muy reducido de ésta producía una enfermedad llamada escorbuto.


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¿Cuál sería una de las propiedad más importantes  de esta vitamina?



Su poder antioxidante. Se trata de un potente antioxidante  que nos protege los efectos dañinos a los a los que nos somete la contaminación medioambiental. ¿Cómo realiza esta benéfica acción? Anulando, neutralizando los radicales libres, esas agresivas moléculas que circulan por nuestro cuerpo y que nos deterioran desde dentro a través del denominado estrés oxidativo.


Y ese estrés oxidativo ¿en qué se traduce?



En la generación de diferentes enfermedades. Es por tanto la acción de la vitamina C la que se convierte en un gran aliado para luchar contra muchos desórdenes de nuestra salud y  enfermedades: lucha contra  el incremento de la presión arterial mediante la reducción de placa de ateroma, baja el riesgo de enfermedades cardiovasculares a través de la reducción del colesterol LDL y triglicéridos en sangre, y sobre todo lucha contra el cáncer debilitando los tumores e impidiendo que sigan creciendo.


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Y a efectos prácticos, ¿cómo nos podría ayudar la vitamina C a quienes practicamos asiduamente piano?



Las largas sesiones de técnica de piano, o sencillamente la preparación de un repertorio, pueden generar microtraumatismos, pequeñas inflamaciones musculares, tendinitis y otras dolencias articulares. Pues bien,  resulta que la vitamina C es indispensable en la síntesis y el mantenimiento de los tejidos conjuntivos, cartílagos y huesos, entre otros. Es un factor clave en la producción de colágeno, una proteína estructural que se encuentra en estos tejidos. Por tanto las áreas dañadas fruto de nuestra práctica intensa son reparados con celeridad al conseguir que los fibroblastos se dividan y acudan al área dañada para repararla.


Por otro lado, ¿Qué es fundamental para cualquier pianista?



La agudeza visual. La lectura nítida de partituras depende, entre otros factores, del estado de nuestra visión. Siempre están los remedios que el profesional oftalmólogo nos puede aportar, aunque lo ideal es acudir a él en última instancia tras luchar de forma preventiva por mantener una visión sana. La vitamina C ejerce esta acción en la aparición de cataratas, esa enfermedad que resulta en la opacidad del cristalino de nuestros ojos y que conduce a una visión borrosa o, en adultos, hasta incluso  a la ceguera. Esta función benéfica la lleva a cabo la vitamina C, entre otras razones, aumentando el riego sanguíneo, llevando así más nutrientes y ejerciendo su función antioxidante.


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Por otro lado está el oído.



¿Qué pianista considera poco importante el oído para la práctica y ejecución de una obra de piano? Si queremos cuidar y prevenir infecciones del oído medio y un trastornos como es la otitis, el consumo de vitamina C está muy recomendado.


¿Hay circunstancia más agradable para la práctica del piano (y de cualquier actividad) que estar sufriendo los síntomas de un resfriado?



Muchas investigaciones demuestran que la vitamina C reduce mucho la severidad de los síntomas del resfriado mejorando, para ello, el funcionamiento de nuestro sistema inmunológico. Nos ayuda a luchar contra los virus y bacterias. ¿Cómo? Debido, entre otros motivos, a que la vitamina C incrementa la concentración de interferón y que es una proteína que produce el organismo para defenderse de ellos.


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En mi caso, desde pequeño cuento con un sistema inmunitario débil. Desde niño y hasta mi juventud fue habitual caer bajo las garras de virus de la gripe con sus derivaciones catarrales, provocando los conocidos y desagradables síntomas como inflamación de amígdalas, fiebre alta, y demás. Ya no era sólo los días en cama, sino las posteriores semanas de recuperación. Lo peor: saber que una vez sanara, en cinco o seis meses me esperaban de nuevo más golpes como estos. Vacunas y demás preventivos no solventaron este problema. Así que en su día, aposté por las virtudes de la vitamina c y gracias a ella, entre otras cosas, he mantenido este tipo de enfermedad molesta y recurrente alejada de mí. Curiosamente hace varios años bajé la guardia, reduje las cantidades suplementadas de vitamina C y los virus y bacterias volvieron a anidar con alegría y proliferar en mí durante un periodo de tiempo.


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Otro molesto primo hermano del resfriado es la alergia: estornudos, lagrimeos, moqueos y demás síntomas son muy entretenidos para practicar piano.



Ya sabemos que un buen  anti-histamínico elimina los síntomas de la alergia. Pero, ¿Por qué no hacer que nuestro cuerpo combata ésta y aleje de nosotros los molestos síntomas? La vitamina C se ha demostrado actúa de forma natural reduciendo los niveles de histamina de nuestro cuerpo, la cual es causante de dichos nefastos síntomas.


Para ir terminando, quizá deberíamos también hacernos esta pregunta: ¿En qué medida necesitamos liberarnos del estrés y aumentar nuestra concentración cuando estamos aprendiendo una obra o sencillamente componiendo?



Hay estudios que demuestran que el consumo de vitamina C tiene un indiscutible efecto desestresante al actuar sobre la respuesta de la glándula adrenal  y reduciendo los niveles sanguíneos de cortisol. El cortisol lo sintetiza nuestro cuerpo como respuesta a situaciones de emergencia.

Por otro lado, a esto hay que añadir que ya en 1960 los doctores Kubala y Katz de Estados Unidos demostraron que un aumento del consumo de vitamina C aumentaba la concentración en actividades intelectuales sobre grupos de control.


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¿ En qué alimentos, por ejemplo, podemos encontrar cantidades significativas de vitamina C?



En la naranja, el limón, el kiwi, la mandarina, el tomate, la zanahoria, los rábanos, el brócoli, el pimientos, las fresas, la coliflor o la col de Bruselas.


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¿ Qué cantidad de suplementos de vitamina C es recomendable tomar?



Existen variadas recomendaciones a este respecto. Dependiendo de la fuente o del facultativo, éstas varian en un amplio rango. En mi caso, ya en su día sopesé los pros y contras de mantener una alta suplementación y decidí moverme en magnitudes diarias que rondan los 10 gramos distribuidos en varias tomas.


Espero que este artículo te haya sido de utilidad. Seguiré ampliando información y mostrando cómo podemos obtener a través de la nutrición suplementada beneficios tangibles para la práctica del piano.

Te iré haciendo llegar futuros post que abordarán nuevos ángulos de esta excitante relación nutrición-práctica del piano,  y para ello sólo tienes que suscribirte a mi página.

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